Como en rehabilitación, el 2.024 comienza a cumplir, con *Enero*, el primero de los doce pasos en camino de calendario hacia el último, *Diciembre*. Queda atrás la resaca del finado 23, y el humano aturdido entre bostezos expulsando tufos con alientos de ansiedad por su última celebración.
Se
reiteran promesas vanas, insulsas, como la de aumento del metal o cuidados de
salud; sin embargo, queda fija la excusa para matar vidas atacando las de otros
asaltando sus bienes al menudeo o al por mayor o enfilando ejércitos de uniforme
militar para dar guerras en defensa de territorios o credos voceadas con el mesías
de cada bando a la cabeza: Mahoma, Jesús o Jehová. Justifica así el humano su
sed de sangre derramándola en el trazo de la geopolítica global, ostentando máquinas
de muerte con los dirigentes azulados y sus sometidos: los de ojos rasgados de
Xi Jinping, los de reinos caídos como el de la madre Rusia o los de métodos dominantes
como los del tío Sam.
@mariosalinas61
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